El médico de Florida (Estados Unidos), Bryan Thatcher, vivió una experiencia de conversión gracias a su encuentro con la Divina Misericordia, que encendió en su corazón el deseo de evangelizar cuidando también el alma de los moribundos.
Cuando Thatcher era un médico joven trabajó día y noche para mejorar la salud de sus pacientes. Gracias a su diligente esfuerzo logró tener una gran solvencia económica, pero estaba luchando contra un problema interior.
En una entrevista a National Catholic Register, el médico indicó que a "finales de los 80 y principios de los 90, era un gastroenterólogo muy exitoso", pero faltaba un componente espiritual en su trabajo.
"Muchos pacientes con enfermedades graves murieron mientras yo los atendía en UCI, y en ese momento nunca pensé en orar por ellos o reflexionar sobre lo que les estaba sucediendo en el ámbito espiritual", agregó.
La intensa vida laboral y el estrés que experimentaba Thatcher estaba dañando dos ámbitos, la fe y la familia. Pero las cosas empezaron a mejorar luego de un viaje a Ciudad de México.
"Estaba luchando interiormente y me di cuenta de que tenía que haber más en la vida de lo que estaba haciendo. De hecho, me estaba muriendo por dentro", indicó.