El 5 de diciembre, el Arzobispo de Belém, capital del estado de Pará, (Brasil) Mons. Alberto Taveira Correa, se pronunció sobre las "acusaciones de inmoralidad" en su contra, y dijo que está "disponible y abierto al diálogo y entendimiento", confiando en que "al final brille la verdad".
"En esta dolorosa experiencia de calvario, pero con la conciencia tranquila, enfrentaré las calumnias, difamaciones e insultos en mi contra, con la esperanza de que al final brille la verdad", dijo Mons. Taveira.
La información sobre las acusaciones fue transmitida por el propio Arzobispo de Belén, quien afirmó que "como Pastor de esta Iglesia, tengo el deber de dirigirme a cada uno de ustedes para comunicarles y esclarecer los hechos que estoy viviendo en estos últimos días".
"Creo que no tengo derecho a omitir ante el pueblo de Dios, ni de nadie más, los cargos de inmoralidad contra el Arzobispo de Belém", dijo el Prelado sin dar más detalles sobre cuáles serían los cargos, ya que está bajo secreto de la justicia.
Sin embargo, según la prensa local, Mons. Taveira fue presuntamente acusado de acoso sexual contra menores. El caso fue denunciado al Ministerio Público por las presuntas víctimas y derivado a una investigación abierta por la Policía Civil.
En su intervención, el Prelado manifestó que había recibido "con tristeza" la información de que "se abrieron diligencias de investigación con graves acusaciones" en su contra, sin haber sido "previamente interrogado, escuchado, ni haber tenido la oportunidad de esclarecer estos supuestos hechos puestos en las acusaciones".