En su intervención en el debate de la legalización del aborto en Argentina, este 2 de diciembre, el Obispo Auxiliar de Buenos Aires Mons. Gustavo Carrara, manifestó a los diputados que la pandemia de coronavirus demostró que primero está la vida.
En el segundo día de debate del aborto, Mons. Carrara expresó que "hay un discurso por momentos dominante que reitera la palabra 'libertad' como un valor supremo. La pandemia nos mostró el orden verdadero. Primero la vida, luego la libertad. No hay libertad sin vida".
"La libertad no es un bien ilimitado, tiene el límite del otro. Y la genética muestra que el embrión tiene un ADN distinto del de su madre y se mantendrá al nacer y durante toda su vida", agregó el Obispo.
En ese sentido, Mons. Carrara dijo que "lo que está en juego, es el valor de la vida humana. ¿Es posible que el deseo o la posible afectación a mi salud integral (física, psíquica o social) sea el criterio para decidir quién vive, quién tiene derecho a vivir, y quién no?", cuestionó.
"Se entienden los argumentos que tratan el aborto como un tema de salud, pero estos argumentos conciben a la salud desde un enfoque aislado, como si los seres humanos no fuéramos relación, vínculos, espíritu. Algo que sí nos recuerda la pandemia que estamos sufriendo", dijo el también asesor de la Pastoral de la Villas.
"La salud no se puede alcanzar descartando a otro ser humano. Por eso, para las mujeres de los barrios más humildes, el aborto es vivido como un drama existencial, personal y comunitario. Aquí se sigue una intuición muy profunda: no es humano favorecer a un débil en contra de otro más débil aún", sostuvo.