Mons. Michael Fisher, Obispo electo de la Diócesis de Buffalo, en el estado de Nueva York, ofrece "verdad y transparencia" para hacer frente a los escándalos en los que estuvo involucrado su predecesor, Mons. Richard Malone.
"En todo ofrezco ser verdadero y transparente para las decisiones que tendremos que tomar", dijo Mons. Fisher en conferencia de prensa el 1 de diciembre luego de que el Papa Francisco lo designó para liderar la Diócesis de Buffalo.
"Vengo a ustedes como su nuevo obispo. Soy, primero y antes que nada, su hermano en la fe. Espero que me llamen Obispo Mike", agregó.
Mons. Fisher asumirá su nuevo cargo el 15 de enero de 2021 y tendrá que lidiar con una diócesis marcada por el escándalo ante las acusaciones de encubrimiento y mal manejo de abusos sexuales por parte del Obispo Richard Malone, y de quien fuera su Obispo Auxiliar, Mons. Edward Grosz, un juicio del estado de Nueva York y los procedimiento de bancarrota de la diócesis que se iniciaron en febrero de este año.
La semana pasada la fiscal general de Nueva York, Letitia James, presentó una demanda en la Corte Suprema estatal contra la Diócesis de Buffalo, acusándola de no haber investigado bien las acusaciones de abusos ni haber tomado acciones con los sacerdotes acusados.
En septiembre de 2019, el exsecretario del Mons. Malone filtró un audio de una conversación en la que el Prelado parece reconocer la legitimidad de las acusaciones de acoso sexual contra un sacerdote diocesano, varios meses antes de que este fuera retirado del ministerio activo.