ROMA,
Un total de 43 sacerdotes católicos murieron en noviembre de 2020 a causa del coronavirus COVID-19 en Italia, país que experimenta una segunda ola de la pandemia.
Según L'Avvenire, el periódico de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), 167 sacerdotes murieron a causa del COVID-19 desde el inicio de la pandemia en febrero.
Un obispo italiano también murió en noviembre. Se trata del Obispo Auxiliar Emérito de Milán, Mons. Marco Virgilio Ferrari, quien falleció el 23 de noviembre a los 87 años, tras ser contagiado con el virus.
A principios de octubre, el Obispo de Caserta, Mons. Giovanni D'Alise, murió a los 72 años de un paro cardiorrespiratorio, a los pocos días de ser hospitalizado por COVID-19.
El Cardenal Gualtiero Bassetti, presidente de la CEI, estaba gravemente enfermo de COVID-19 a principios de mes. No obstante, sobrevivió y ahora sigue recuperándose tras dar negativo a la enfermedad la semana pasada.
El Purpurado pasó 11 días en cuidados intensivos en un hospital de Perugia, antes de ser trasladado al Hospital Gemelli de Roma para continuar su convalecencia.