El viernes 27 de noviembre, día en que la Iglesia celebra la fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa, cerró finalmente el Seminario Santa María Madre de Dios de la Diócesis de San Rafael, provincia argentina de Mendoza. Fieles locales que no están de acuerdo con la medida, cuyas razones aún no se conocen, participaron de un Vía Crucis.
El Vía Crucis comenzó a las 7:00 p.m. y se realizó desde el cruce de las avenidas Chacabuco y Tirasso para terminar ante la entrada del Seminario. "Fue una oración dolorida pero llena de la sobriedad del corazón cristiano", comentan los fieles.
En la oración, "se pidió por el seminario diocesano; por los seminaristas; por sus familiares, por el dolor de sus madres; por los niños de la diócesis, por las vocaciones sacerdotales, por las escuelas católicas, por la feligresía de la diócesis; por los sacerdotes fieles, por los sacerdotes que atienden la misión en Cuba".
También se rezó "por los enfermos y los que han padecido falta de atención, pérdida de libertades legítimas, pérdida de trabajo en la actual circunstancia de cuarentena; por los templos atacados, por las profanaciones eucarísticas; por los cristianos asesinados en guerras o en ataques perpetrados por el terrorismo islámico; por las víctimas de la idolatría, del sacrilegio, de la blasfemia, de la herejía y de la apostasía".
"Todos estos dolores que padece la Iglesia de hoy, fueron puestos a los pies de la Cruz, para unirlos al sacrificio redentor de Nuestro Señor Jesucristo", dijeron.
Los fieles explican que el Vía Crucis concluyó pidiendo, "tal como enseñaban Mons. León Kruk y el Padre Alberto Ezcurra, fundadores e inspiradores del espíritu y estilo del Seminario hoy disuelto, que Cristo vuelva a ser Rey de la patria Argentina".