Informe revela que Pakistán es uno de los cuatro países del mundo en donde los cristianos, que son minoría y los más pobres del país, sufren una mayor persecución a causa de su fe y son víctimas de abusos por parte de fundamentalistas islámicos, en complicidad de agentes del gobierno.
En el reciente informe "Pon a tus cautivos en libertad" de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, se informa que los casos de abusos contra cristianos más frecuentes en Pakistán son las detenciones y encarcelamientos injustos bajo falsas acusaciones de blasfemia y los secuestros de niñas y mujeres jóvenes por parte de musulmanes, que las venden y/u obligan a casarse y renunciar a su fe.
"Según reportes del 2018, solo en la provincia de Sindh, habían mil casos de conversiones forzadas de niñas y mujeres jóvenes cristianas e hindúes", señala el informe. En 2019, "la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán reportó que las niñas fueron raptadas, forzadas a convertirse al islam y casarse con hombres musulmanes'".
Asimismo, revelaron que hay evidencia de que "debido a su pobreza y vulnerabilidad", "las mujeres cristianas jóvenes, muchas de ellas menores de edad, fueron el blanco específico de chinos traficantes de personas".
Según el Movimiento Musulmán para la Paz y Solidaridad, cada año hay más de mil casos de mujeres entre 12 y 25 años de confesión cristiana e hindú que son raptadas por hombres musulmanes. Más del 70% de los casos son niñas cristianas y muchas son violadas, forzadas a la prostitución, trata de personas y servicios domésticos.
"Es probable que [el número] sea mucho mayor a medida que varios casos nunca se informan o no avanzan la aplicación de la ley y los sistemas legales", indica según el informe.