En el transcurso de la historia, grandes santos y apóstoles de la Iglesia Católica han depositado sus intenciones ante la imagen de la Virgen del Pequeño Arco, conocida en italiano como “Madonna dell’Archetto", una tierna representación de la advocación mariana “María, causa de nuestra alegría”.
Algunos de los santos que le han rezado son San Maximiliano Kolbe, San Vicente Pallotti, San Gaspare del Bufalo, San Benedetto Giuseppe Labre, el Beato Bartolo Longo y los Pontífices Pío XII y San Juan XXIII.
La imagen de esta Virgen se encuentra en Roma, Italia, al interior de una pequeña capilla de la calle San Marcello 41 B.
Se trata de un lugar que testimonia tanto la oración como el arte. En este oratorio, al que se ingresa a través de un pequeño arco construido en medio de dos edificios, han trabajado artistas famosos como el escultor Luigi Simonetti y Constantino Brunidi, quien, con la misma técnica, decoró también el Capitolio de Washington DC.
Fue construido por el marqués Muto Savorelli Papazzurri, quien a finales de 1690 colocó esta imagen de la Virgen María pintada por el artista Domenico Muratori.
Los trabajos del actual pequeño santuario mariano fueron concluidos en 1851 por el arquitecto Virginio Vespignani. Desde ese año, el santuario permanece abierto a la devoción de los fieles.