La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesita (ACN), que tiene presencia en 23 países, reveló en un reciente informe global que la pandemia del COVID-19 agravó la persecución, secuestro y "detención injusta" de cristianos en algunas partes del mundo.
El 25 de noviembre la fundación pontificia publicó el informe "Liberen a sus cautivos", que describe la difícil situación de los cristianos perseguidos que están secuestrados en todo el mundo. El documento relata el rapto y la detención de cristianos por parte de actores estatales y no estatales.
El informe señala que "el impacto devastador y sin precedentes de COVID-19 en todo el mundo" tuvo "una influencia directa en las tendencias relacionadas a la detención injusta", especialmente en los países donde la persecución contra cristianos es un problema agudo.
"En todo el mundo, los militantes, tanto los que simpatizan con Daesh [Estado Islámico] como los que tienen una perspectiva muy diferente, incluidos los extremistas de otras tradiciones religiosas, atacan a las minorías religiosas con una regularidad alarmante", señala.
Según la investigación, "existe la inquietante tendencia de que los actores estatales detengan injustamente a miembros de minorías religiosas". Además, indica que la detención a cristianos, que implica arresto ilícito y secuestro, es una de las más frecuentes, prevalentes y con más graves formas de persecución, que implican actos de violencia.
Cerca de 309 cristianos son "encarcelados injustamente" cada mes en los 50 países donde se cometen más infracciones y según Open Doors, más de mil fueron secuestrados en 2019. En prisión los cristianos enfrentan juicios simulados, detenciones arbitrarias, tortura y hacinamiento en las cárceles.