El Centro de Bases de Datos para los Derechos Humanos de Corea del Norte (NKDB) reveló su último informe sobre libertad religiosa en el país asiático, donde se confirma que los creyentes sufren persecución y represión.
Desde el 2007, NKDB ha publicado un informe anual sobre la realidad de la religión en Corea del Norte, en base a los fragmentos de información disponible, especialmente del testimonio de los fugitivos.
Según indica Asia News, la persecución en Corea "se encuentra entre las más duras del mundo", donde el régimen gobernante ha convertido a las creencias religiosas "en una actividad antiestatal" que se castiga como "un crimen político".
"Una visión clara de la situación es imposible a partir de la poca información que se filtra detrás del telón de acero existente", señaló.
Este año, NKDB ha logrado recopilar el testimonio de 1.234 personas, que confirmaron la "prohibición de todas las actividades religiosas y la dura persecución hacia los creyentes".
El informe resalta que aproximadamente el 46% de los encuestados confirmaron que "las personas involucradas en actividades religiosas son enviadas a campos de trabajos forzados" y el 38.6% afirmó que no saben sobre los castigos porque no tienen nada de información sobre la religión.