Cuando los obispos y los líderes católicos comparten sus experiencias respecto a la salud mental, alientan a los fieles a buscar ayuda y entender que siempre es posible recuperarse, afirma un grupo nacional católico dedicado a la atención de personas con enfermedades y discapacidades mentales.
En una declaración publicada el lunes 23 de noviembre, el Consejo de Salud Mental del National Catholic Partnership on Disability's (NCPD) aplaudió al Obispo de Lincoln (Nebraska), Mons. James Conley, "por su total franqueza respecto a su reciente experiencia lidiando con la enfermedad mental".
"En base al testimonio público del Obispo Conley, otros individuos en posiciones de liderazgo pueden ahora afrontar mejor su bienestar mental. Ellos también pueden recuperarse y así encontrar nuevas formas para ser más efectivos y estar más comprometidos que antes con su ministerio".
"Una enfermedad es eso, una enfermedad y no una debilidad de carácter", precisaron.
A principio de este mes, el Obispo Conley compartió con CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, su experiencia tras ser diagnosticado con depresión y ansiedad, y los 11 meses que se tomó para tratarse y recuperarse.
"Estaba tratando de componerme y, mientras pasaba el tiempo, me di cuenta que no podía hacerlo mientras seguía ejerciendo el cargo, por decirlo de alguna forma", indicó el Prelado en una entrevista publicada el 14 de noviembre.