El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo que espera que el Papa Francisco no se enoje por su proyecto para legalizar el aborto porque, afirmó, aunque se declara católico tiene que resolver "un problema de la salud pública argentina".
Fernández dio estas declaraciones en el programa argentino Corea del Centro el 22 de noviembre.
El mandatario aseguró: "Yo soy católico, pero yo tengo que resolver un problema de la sociedad argentina. Valéry Giscard d'Estaing es el presidente de Francia que aprobó el aborto en Francia, y en su momento se lo reclamó el Papa de entonces, cómo siendo católico estaba promoviendo eso, y la respuesta fue 'yo gobierno para muchos franceses que no son católicos y tengo que resolver un problema de la salud pública'".
"A mí me pasa más o menos lo mismo. Más allá que por más católico que sea, en el tema del aborto, me parece que la discusión es otra, no estoy muy de acuerdo con la lógica de la Iglesia sobre ese tema", dijo Fernández.
Ante la pregunta de si "¿el Papa se enojará mucho con esto?", Alberto Fernández respondió: "Yo espero que no, porque él sabe cuánto lo admiro, cuánto lo valoro y espero que entienda que tengo que resolver un problema de la salud pública argentina. Finalmente el Vaticano es un estado dentro de un país que se llama Italia donde el aborto está permitido desde hace muchos años. Así que espero que entienda".
"Esto no es contra nadie, esto es para resolver un problema; y que la ley de aborto, de legalización del aborto salga, no lo hace obligatorio, y los que tienen sus convicciones religiosas, muy respetables todas, no están obligadas a abortar", dijo al justificar su proyecto de ley.