BUENOS AIRES,
El Obispo de Santiago del Estero, Mons. Juan Carlos Maccarone, hizo un llamado a incrementar la lucha por la justicia en Argentina y afirmó que los cristianos, en lugar de acostumbrarse a la pobreza, deben luchar “con hidalguía, constancia, paciencia y en actitud vigilante”.
En un mensaje por el primer aniversario de la muerte de las jóvenes Leila Bshier Nazar y Patricia Villalba –asesinadas en La Dársena el 6 de febrero del 2003–, el Prelado explicó que “los cristianos no somos fuertes porque seamos más poderosos sino porque somos fuertes en la victoria de Cristo que no nos abandona en las luchas”; y agregó que “esta fuerza es la que al pueblo santiagueño lo levanta para reclamar justicia, para la regeneración de una sociedad que quiere compartir lo cotidiano de la vida como verdaderos ciudadanos”.
“Este pueblo ha experimentado su propia capacidad aun en su aparente impotencia, cuando se une solidariamente por la causa de la justicia, en un justo reclamo; en la lucha de los campesinos defendiendo su tierra; en la adhesión de las corporaciones profesionales a cuestiones de bien común; en los espacios de diálogo para pensar a la provincia”, afirmó el Obispo.
El Prelado exhortó “humildemente” a todos a sumarse a este reclamo, porque “éste no es un drama de un grupo de familias; es la tragedia de una sociedad a la que quisieron dominarla con el miedo y la amenaza para debilitar los vínculos de su cohesión, que quería hacer vivir a todos en el régimen de la sospecha”.
“No es un drama –añadió el Obispo– de un grupo de familias para seguir por el diario o la televisión; tampoco se acaba con las justas sentencia para estos crímenes. Son instituciones que hay que recrear, es la vida social la que hay que redimir, es la vida de muchos santiagueños que hay que salvar no solo de la prepotencia del poder o poderes, sino también del abandono de los mismos, y que los arroja al hambre, a la falta de salud, al analfabetismo, a la inseguridad, todas muestras de desprecio de la vida”.
Haciendo referencia al pasaje bíblico sobre David y Goliat, Mons. Maccarone invocó al Señor a “mantener erguida la frente de su pueblo”, porque la causa de la justicia que Santiago ha asumido exige “confiar en el único Señor y evitar la idolatría de confiar en los poderes que lo quieren seducir”.