La Congregación de la Pasión, también conocida como Pasionistas, iniciaron el pasado 22 de noviembre un Año Jubilar por los 300 años de su fundación con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de los Santos Juan y Pablo en Roma.
El P. Joachim Rego, Superior general de la Congregación, en entrevista a ACI Prensa destacó que éste "es un año de gracia. Un camino espiritual que nos da la oportunidad de centrarnos en profundizar nuestra relación con Jesús crucificado", así como una "oportunidad de oír y aceptar la llamada que nos hace el Evangelio a la conversión".
El superior de los Pasionistas aseguró que sus expectativas hacia este Año Jubilar es que sea "un tiempo de renovación de nuestra vocación" y que sirva para "volver comprometernos de una manera más profunda con nuestra vida en comunidad y nuestra misión apostólica de proclamar el Evangelio de la Pasión de Jesús como signo de la solidaridad y el amor generoso de Dios".
Un espíritu de renovación de la Congregación que responde "a la forma en que el Espíritu se mueve y nos llama hoy, en este momento del tiempo y de la historia" y que se concreta en el lema del jubileo que es "Renovar nuestra Misión: Gratitud, Profecía, Esperanza".
Este Año Jubilar que celebra los 300 años de la Congregación es, para el P. Rego, una muestra de que "es obra de Dios y ha sido bendecida por Dios durante más de 300 años" y que no se trata sólo de "una organización, sino una misión de Dios, servida por personas que son llamadas por Dios a vivir y testimoniar un carisma específico, es decir, a mantener viva y a promover la memoria de la Pasión de Jesús como signo del amor de Dios por la humanidad y toda la creación".
Por eso destacó a ACI Prensa que este momento tan especial "nos recuerda que esta es la obra de Dios y Dios tiene el control. Necesitamos escuchar continuamente y discernir con oración hacia dónde nos está guiando Dios. El Jubileo es principalmente un evento de fe que debe convertir nuestra mente y nuestro corazón con gratitud a Dios y reconocer sus bendiciones".