La Diócesis de Cúcuta (Colombia), ubicada en una zona fronteriza con Venezuela, está brindando alimentos y artículos de primera necesidad a cientos de familias damnificadas por los efectos de la ola invernal, recrudecida a causa del fenómeno de la Niña y el paso del huracán Iota.
Durante la pandemia del COVID-19, la Diócesis de Cúcuta viene realizando una serie de actividades para acompañar espiritualmente y brindar ayuda material a los migrantes venezolanos, víctimas del conflicto y personas que viven en situación de pobreza en Colombia.
Esta vez, el motivo de la ayuda diocesana se centra en los afectados por la ola invernal que azota con fuerza el país este año. En un comunicado del 19 de noviembre, la Diócesis de Cúcuta dijo que como parte de su "compromiso cristiano de encontrarse con el necesitado", esta semana se encuentra visitando comunidades donde se registran damnificados.
El 18 y 19 de noviembre, miembros de la diócesis visitaron Los Arrayanes, Rincón del Rodeo y Barrio 23 de Enero, conjuntos residenciales de zonas que sufrieron "múltiples desastres" a causa de las fuertes precipitaciones registradas. Allí, vienen donando hasta ahora 1.600 almuerzos, mil refrigerios, 30 colchonetas, cobijas, y pañales a cerca de 180 familias.
La ayuda fue posible gracias a la Iglesia en Cúcuta, que sumó fuerzas con el Banco Diocesano de Alimentos (BDA) y la Casa "Divina Providencia". Actualmente, el BDA se encuentra desarrollando un censo para que en los próximos días puedan seguir dirigiendo la ayuda a las familias que más lo necesiten.