Tras un ataque a personal de Cáritas que dejó herida a una religiosa dominica, Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, Obispo de San Cristóbal de las Casas en el estado mexicano de Chiapas, exigió a las autoridades mexicanas "desarmar y desarticular a los grupos civiles armados de corte paramilitar de esta zona y junto a quienes les proveen de las armas aplicar el peso de la ley".
El 18 de noviembre, mientras llevaba ayuda humanitaria junto a Cáritas a una comunidad indígena desplazada debido a la violencia en la región, la misionera dominica María Isabela Hernández, de 52 años, resultó herida en una pierna por las balas disparadas por un grupo paramilitar.
En un comunicado publicado ese mismo día, Mons. Aguilar Martínez señaló que "quienes integramos la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, ante el sufrimiento, el dolor, las muertes y los desplazados por causa del enfrentamiento en las comunidades hermanas de Santa María Magdalena (Aldama) y Santa Marta, sentimos que 'un dolor atraviesa nuestro corazón'".
"De igual manera también sentimos mucha preocupación porque no se ha llegado a resolver el problema de fondo y ha escalado la violencia con ataques diarios en distintos puntos y a distintas comunidades de Aldama; ya varias veces, sea de manera privada o pública, hemos denunciado esta situación ante las instancias de gobierno federal y estatal, así como hemos pedido el desarme de sus grupos de corte paramilitar", dijo el Prelado.
El Obispo de San Cristóbal de las Casas dijo que el ataque en el que resultó herida la religiosa dominica fue realizado "con arma de alto calibre".
"Cabe señalar que, por la misma situación, la ayuda humanitaria no se ha podido llevar a las comunidades y las mismas padecen una crisis alimentaria y de servicios básicos", lamentó.