El mandatario aseguró que su "convicción" es que "el Estado acompañe a todas las personas gestantes en su proyecto de maternidad, pero también es responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo durante los primeros momentos de su desarrollo".
Dijo que "la criminalización del aborto de nada ha servido, solo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes. Cada año se hospitalizan alrededor de 38.000 mujeres por abortos mal practicados. Desde la recuperación de la democracia murieron más de 3.000 mujeres por esa causa".
"La legalización del aborto salva vidas de mujeres y preserva sus capacidades reproductivas, muchas veces afectada por esos abortos inseguros".
"No aumenta la cantidad de abortos ni los promueve. Solo resuelve un problema que afecta a la salud pública" así como en Ciudad de México y Uruguay que han disminuido "los abortos y las muertes que ellos causan", aseguró Fernández.
"Brindando cobertura en el sistema de salud también se facilita el acceso a métodos anticonceptivos para prevenir embarazos no intencionales".
Fernández, que llegó a la Presidencia con el Frente de Todos, aseguró que "la legalización del aborto no implica una carga extra para el sistema de salud" ya que "los procedimientos validados y que se utilizan con estándares de la Organización Mundial de la Salud son en su mayoría ambulatorios, no quirúrgicos, ni farmacológicos".