Miles de católicos en Francia se manifestaron pacíficamente con oraciones, cantos y vigilias ante catedrales e iglesias para pedir al Gobierno la reanudación de las Misas públicas, prohibidas por el nuevo confinamiento hasta el 1 de diciembre debido a la segunda ola de coronavirus.
Si bien las autoridades han permitido que las iglesias permanezcan abiertas, los sacerdotes no pueden celebrar Misas con fieles. Por ello, los obispos presentaron un recurso ante el Consejo de Estado para pedir la reconsideración de esta medida, indicando que se atenta contra la libertad de culto. Sin embargo, la solicitud de los prelados fue rechazada.
La primera de las manifestaciones se realizó en Nantes, donde se congregaron unas 600 personas. La iniciativa pasó a Lyon, Versalles y finalmente a París, Burdeos, Toulousse, Marsella y Reims, entre otras ciudades.
"Los católicos han interpelado al gobierno ante la prohibición de las misas en este tiempo de reconfinamiento. Los católicos exigen el respeto a la libertad de culto católico", afirma el grupo Protège ton Église (Protege tu Iglesia) en su cuenta de Facebook.
Luego de amenazar con multar a los manifestantes, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, se reúne este lunes 16 de noviembre con los representantes de los principales cultos religiosos para discutir "las condiciones en las que podrán celebrarse de nuevo las ceremonias en función de la evolución de la situación sanitaria".