VATICANO,
El Papa Francisco alentó a que la vida consagrada sea "una parte esencial del pacto educativo global", como siempre ha hecho, pero también "en este momento histórico".
Así lo indicó el Santo Padre en un mensaje enviado a los participantes de un seminario en línea sobre el pacto educativo global organizado por los escolapios y promovido por la Unión de superiores generales y la Unión internacional de superioras generales (UISG).
En la misiva enviada al P. Pedro Aguado Cuesta, prepósito general de la Orden de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, conocidos como los escolapios, el Pontífice recordó que "la vida consagrada ha estado siempre a la vanguardia de la tarea educativa". "Ejemplo de ello es su fundador, San José de Calasanz, que levantó la primera escuela de niños, pero también los religiosos que lo educaron en estadilla y mucho antes los monasterios medievales que preservaron y difundieron la cultura clásica", dijo el Papa al superior de los escolapios y añadió que "de esta fuerte raíz, han surgido en todas las épocas de la historia distintos carismas que, por don de Dios, han sabido acomodarse a las necesidades y desafíos de cada tiempo y lugar".
En esta línea, el Santo Padre dijo a los religiosos que "hoy la Iglesia los llama a renovar ese propósito desde la propia identidad, y les agradezco que hayan tomado este testigo con tanto empeño y entusiasmo".
Además, en el texto, el Papa destacó las tres líneas de acción que se están promoviendo en el pacto educativo global, que son el "centrarse, acoger e implicar".
En primer lugar, el Santo Padre pidió "centrarse en lo importante" que consiste "poner la persona en el centro, en su valor, su dignidad, para hacer sobresalir su propia especificidad, su belleza, su singularidad y, al mismo tiempo, su capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que la rodea".