VATICANO,
La iglesia dominica de Nuestra Señora de la Hora es una de las más emblemáticas para la comunidad cristiana de Mosul, en el norte de Irak.
El templo, cuyo nombre oficial en árabe es al-Saa'a, se encuentra en la ciudad vieja de Mosul, un barrio histórico caracterizado por sus tradicionales buenas relaciones entre culturas y religiones: cristianos, yazidíes y musulmanes suníes y chiíes; árabes, caldeos y kurdos. Un diálogo en cuya construcción se destacador los frailes dominicos.
Sin embargo, ese frágil equilibrio se rompió con la invasión y ocupación de la ciudad por parte de terroristas del Estado Islámico en el verano del año 2014.
La iglesia, al igual que gran parte de la ciudad histórica de Mosul, fue destruida por los yihadistas y por los combates durante la ofensiva del ejército iraquí para recuperar la ciudad.
Ahora, desde el pasado mes de abril, la Unesco ha iniciado los trabajos de restauración de la iglesia de al-Saa'a y de la ciudad vieja de Mosul y, una vez más, los dominicos participan activamente para que esa reconstrucción no se limite a lo material, sino que suponga también reestablece los puentes entre comunidades culturales y religiosas.
"A nosotros nos envió a esta tierra Santo Domingo, y el Papa, para construir relaciones con las Iglesias locales y con las culturas locales. Nuestro papel es el de ayudar a las personas, no de cambiarlas, nuestro objetivo es enriquecerlas", declaró a ACI Prensa el P. Oliver Poquillon, representante de los dominicos en Mosul.