El Arzobispado de Barcelona respondió a la "polémica" generada por la Misa de beatificación del joven mártir Joan Roig en la Basílica de la Sagrada Familia, pese a que estaba prevista desde hace un año, se realizó siguiendo todos los protocolos de seguridad sanitarios y solo contó con un tercio del aforo del templo como está estipulado en las normas actuales ante la pandemia del coronavirus.
En un comunicado publicado este domingo, el Arzobispado recordó que si bien la Misa de beatificación del mártir de la Guerra Civil Española, asesinado por odio a la fe en 1936, "ha coincidido con un momento especialmente delicado a causa de la pandemia", esta se celebró "cumpliendo escrupulosamente todas las medidas exigidas por la legislación vigente, como se ha ido haciendo desde el inicio de la pandemia en todas las iglesias de la archidiócesis".
El Arzobispado de Barcelona también manifestó su "desconcierto por la respuesta de algunas autoridades a la celebración de una Misa que cumplía todos los requisitos legales y condiciones sanitarias".
El Arzobispado hizo esta explicación luego que el departamento de salud informara que iniciará un expediente para investigar si en la Misa se cumplió con las medidas de protección de la salud y ante el riesgo epidemiológico que conllevan estos actos "masivos" se planteará reforzar las medidas para que no vuelva a ocurrir.
Por su parte, informa el ABC de Cataluña, la Generalitat consideró la Misa de beatificación como "injustificable" debido a la actual pandemia.
Han sido diversas las críticas en las redes sociales a la Misa de beatificación en razón de la prohibición de la realización de eventos culturales en el templo de la Sagrada Familia. Entre quienes han expresado su oposición a la celebración eucarística, en un espacio construido para ello, están la presidenta de En Comú Podem (ECP) en el Parlament, Jéssica Albiach, la actriz Silvia Bel, la escritora Bel Olid, el dramaturgo Julio Manrique y el músico Gerard Quintana.