VATICANO,
El Papa Francisco invitó a no olvidar que la meta de nuestra vida es "la cita definitiva con Dios" por lo que animó a realizar buenas acciones y a no absolutizar el presente.
Así lo dijo el Santo Padre antes de dirigir el rezo del Ángelus este Domingo 8 de noviembre.
Tras comentar el pasaje del Evangelio de San Mateo en el que Jesús relata la parábola de las diez vírgenes invitadas a una fiesta de bodas "símbolo del Reino de los cielos", el Papa animó a realizar buenas acciones inspiradas en el amor del Señor para cambiar de vida y a convertirse a partir de hoy, y no dejarlo para mañana.
"Si queremos estar preparados para el último encuentro con el Señor, debemos cooperar con él a partir de ahora y realizar buenas acciones inspiradas en su amor", advirtió.
En esta línea, el Santo Padre destacó que "con esta parábola, Jesús quiere decirnos que debemos estar preparados para el encuentro con Él. No solo para el encuentro final, sino también para el compromiso diario en vista de ese encuentro, para el cual no basta la lámpara de la fe, también se necesita el aceite de la caridad y las buenas obras".
"La fe que verdaderamente nos une a Jesús es la que, como dice el apóstol Pablo, 'actúa por la caridad'. Esto es lo que representa la actitud de las muchachas prudentes. La reserva de aceite, que tomaron junto con las lámparas, indica las buenas obras realizadas en colaboración con la gracia. Ser sabios y prudentes significa no esperar el último momento para corresponder a la gracia de Dios, sino hacerlo activamente de inmediato", afirmó.