El Obispo de Menorca (España), Mons. Frances Conesa, aseguró que la decisión de apartar a la catequista Carme Mascaró, casada con otra mujer, responde a una "cuestión de coherencia". El Prelado animó a acoger y respetar a todos, pero apuntó que "acoger no significa dar por bueno todo lo que los demás hacen".
La catequista Carmen Mascaró contrajo matrimonio civil recientemente con otra mujer lo que hizo que fuera cesada en sus labores como catequista pero manteniendo su trabajo como técnico de Cáritas.
Mascaró manifestó su sorpresa y desacuerdo con la decisión del Obispado el pasado 17 de octubre mediante un escrito en la Hoja Informativa del Centro catequético Sant Miquel. Posteriormente el Obispado de Menorca envió un comunicado con fecha 26 de octubre en el que explicaban los motivos de esta decisión. Precisaban que valoraban el trabajo de Mascaró "muy positivamente" pero destacaban que "respetamos aunque no compartimos, su decisión de contraer matrimonio civil con otra persona del mismo sexo" y que por lo tanto esto suponía "públicamente no aceptar la enseñanza de la Iglesia acerca del matrimonio" que se debe impartir a los más jóvenes.
En los últimos días, el grupo de Revisión de Vida de Ferreires de la Diócesis de Menorca lanzó una recogida de firmas de apoyo a Carme Mascaró a la que, según afirman, se unieron unas 970 personas.
Mons. Conesa aseguró en la entrevista con Menorca.info, publicada el 4 de noviembre, que él se siente "pastor y padre de todos los cristianos de esta diócesis", pero aseguró que la iniciativa de la recogida de firmas del grupo de Revisión de Vida es un "modo de actuar y presionar, más propio del activismo político, dificulta la escucha, el intercambio de opiniones y el diálogo en la iglesia" e insistió en que "uno no se comunica con su padre por la prensa".
El Obispo de Menorca explicó que pidió a Carme Mascaró no impartir catequesis por "una cuestión de coherencia después de su matrimonio civil con otra mujer".