Luego de las violentas manifestaciones en algunas cárceles de Buenos Aires (Argentina), el Secretariado Nacional Pastoral Carcelaria del país, expresó que "el camino de la violencia nunca debe ser escogido" como solución a los conflictos.
En el transcurso de la semana pasada ocurrieron violentas manifestaciones en seis penales de Buenos Aires con la intención de que se reanuden las visitas de familiares a las cárceles, suspendidas desde marzo debido a la pandemia del COVID-19.
Los presos han protagonizado huelgas de hambre, toma de rehenes, enfrentamientos con los encargados de las penitenciarías, entre otros hechos.
En Argentina, después de decretar tres meses de cuarentena, las autoridades sanitarias han comenzado a flexibilizar las medidas de distanciamiento físico y restablecer las actividades comerciales e industriales en el país.
Sin embargo, en las cárceles existe un alto riesgo de contagio de COVID-19 debido a la sobrepoblación de los recintos, así como la falta de insumos de higiene y salubridad.
A través de un mensaje difundido el 1 de noviembre, el Secretariado Nacional Pastoral Carcelaria Argentina señaló que la protesta violenta "no beneficia a nadie: muchos heridos, presos y penitenciarios; sus familias inmersas en la más honda angustia e incertidumbre; edificios vandalizados: talleres, capillas, escuelas, centros de estudiantes, etc.; lo que significará en lo inmediato peores condiciones de detención".