Mons. César Franco aseguró que "la Iglesia de Segovia se alegra con esta ordenación diaconal. Da gracias a Dios por el nuevo diácono, por su familia que lo educó en la fe, por la parroquia de Santa Teresa donde descubrió la vocación y por el seminario donde ha madurado hasta este momento. Una vocación es un inmenso regalo".
Además el Obispo de la Diócesis aseguró que "en estos tiempos en los que las vocaciones sacerdotales son un bien escaso y preciado, Álvaro afronta su nueva condición con alegría y responsabilidad, sabiendo que el Señor siempre ha guiado su camino con mano firme".
El P. Marín concedió una entrevista en la cadena COPE Segovia, de la Conferencia Episcopal Española, y explicó que llegó al seminario porque "empezó a sentir la vocación a los 15 años y veía que esa inquietud no se apagaba y empecé a hablar con el párroco de Santa Teresa y me llevó a las convivencias del seminario menor y comencé a discernir la vocación".
"Fue un proceso largo, con tiras y aflojas, pero comenzamos a discernir que Dios había puesto en mí esta vocación y que quería seguirla y responderle", explicó.
Uno de los momentos más importantes en el descubrimiento de su vocación fue el fallecimiento de su padre, algo que calificó como "un golpe que le hizo plantearse más fríamente la vocación y me impulsó a decir ese sí al Señor y entrar en el seminario".
El joven diácono tiene la vista fijada en el próximo año cuando podrá ser, finalmente, ordenado sacerdote para servir a Dios y, según ha manifestado, con un gran deseo de que sea "no cabe duda, en mi diócesis de Segovia".