El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Gabriele Caccia, afirmó que los católicos y sus organizaciones pueden ayudar a la comunidad internacional a ver su "falta de consistencia" para implementar sus principios más básicos como el respeto de la dignidad de todo ser humano.
"¿Cómo podemos proclamar los derechos de las personas con discapacidad si al mismo tiempo permitimos que los niños diagnosticados con síndrome de Down en el vientre materno sean eliminados antes de nacer?", cuestionó el Prelado en el evento titulado "Una visión de fe para la ONU en los 75 años y más allá", realizado en Nueva York el 21 de octubre en ocasión del 75 aniversario de la institución.
"¿Cómo podemos tener hermosos foros sobre la cultura de la paz y permitir también que varios países construyan políticas extranjeras sobre la base de la amenaza de destrucción mutua?", preguntó.
"¿Cómo podemos decir que estamos luchando por las víctimas de la trata de personas si al mismo tiempo permitimos la cosificación de las mujeres mediante la legalización de la prostitución o la promoción de la pornografía? ¿O cómo podemos tener grupos sobre el envejecimiento, centrados en la dignidad de los ancianos, mientras miramos a otro lado en varios países donde estos sufren la eutanasia involuntaria?".
El Nuncio indicó que, ante esta realidad, "la gente de fe está llamada a consolar a los afligidos y afligir a los que están cómodos. Cuando las injusticias ocurren, somos alentados de modo particular a ayudar a la comunidad internacional a vivir de acuerdo a sus principios".
El Prelado también participó de un seminario virtual o webinar, en el que se recordó la fundación de la ONU el 24 de octubre de 1945. En este, Mons. Caccia destacó los pilares de la organización y la enseñanza social de la Iglesia en la promoción de la paz, la dignidad de la persona humana, la mejora de los estándares de vida y el respeto al derecho internacional.