MANAGUA,
El Arzobispo de Managua (Nicaragua), Cardenal Leopoldo Brenes, reveló en una reciente entrevista la dificultad que han tenido las parroquias de su jurisdicción para pagar los excesivos cobros por los servicios de agua potable y luz en medio de la pandemia de COVID-19.
"Los sacerdotes me decían que los recibos de luz, agua y teléfono llegaban mensualmente con más porcentajes, pero gracias a Dios la generosidad de nuestra gente, muchas parroquias lanzaron un eslogan 'la parroquia suya y todas son nuestras, somos responsables', las personas siempre estuvieron atentas a dar sus aportes, no en gran cantidad, para que muchas parroquias pudieran llegar a un arreglo de pago, porque no significa que nosotros no queremos pagar, sino que ante la situación se nos era difícil", dijo el Cardenal Brenes en una entrevista concedida al diario local La Prensa.
En el caso específico de la Catedral de Managua, informó que "no era posible reducir los costos" durante el tiempo que no había actividad por el COVID-19, y que el "recibo de la energía eléctrica sale arriba de los 20 mil córdobas" (576 dólares).
"Los sacerdotes y religiosas a cargo trataban de no encender todos las bujías, luminarias, pero no era posible reducir los costos, siempre fueron arribas de los 20 mil córdobas", aseguró, y agregó que la pandemia les ha enseñado "a aprender a vivir en austeridad".
Relató que "cuatro sacerdotes y religiosas renunciaron a su estipendio porque sabían que no había ingresos y se tenía un gran gasto". "Es un gesto muy hermoso", agregó.
Por su parte, el Vicario General de la Arquidiócesis de Managua, Mons. Carlos Avilés, dijo a La Prensa que los recibos de servicios básicos son cada vez más difíciles de pagar ya que "las parroquias han estado cerradas" y "no se ha tenido ningún ingreso y eso dificulta los pagos". "Ha estado difícil la situación", dijo.