Obispos católicos, académicos y expertos en leyes elogiaron la confirmación ayer lunes de la jueza Amy Coney Barrett para la Corte Suprema de Estados Unidos, luego de una reñida votación en el Senado de 52 contra 48.
Barrett es ahora el sexto juez católico practicante en la Corte Suprema, junto al presidente del tribunal, John Roberts, y los jueces Thomas, Samuel Alito, Sonia Sotomayor y Brett Kavanaugh. Además, Barrett se unirá a Sotomayor como las dos únicas juezas católicas de la Corte Suprema en la historia de Estados Unidos.
El Arzobispo de Nueva Orleans, Mons. Gregory Aymond, aclamó a Barrett como "uno de los nuestros" el lunes por la noche. "Oramos para que el Espíritu Santo continúe dirigiéndola y guiándola en su servicio a nuestro país", agregó.
El Obispo de Knoxville (Tennessee), Mons. Richard Stika, también felicitó a Barrett a través de Twitter, al igual que el Obispo de Tyler (Texas), Mons. Joseph Strickland.
La llegada de Barrett a la Corte Suprema también fue bienvenida por sus antiguos colegas en la Universidad de Notre Dame, donde fue estudiante de derecho y profesora durante varios años.
"En nombre de la Universidad de Notre Dame, felicito a Amy Coney Barrett por su confirmación hoy por parte del Senado de los Estados Unidos como juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos", dijo en un comunicado el P. John Jenkins, presidente de la universidad.