Representantes en Florida de la organización Right to Life –uno de los organismos pro-vida más importantes de Estados Unidos– anunciaron que están investigando casos en algunos hospitales del estado donde dejan morir a bebés recién nacidos.
A pesar que la ley federal exige a las instituciones de salud el cuidado a los bebés que acaban de nacer, la enfermera Jill Stanek informó que fue testigo de un caso de infanticidio y aseguró que en muchos hospitales se realiza este acto a espaldas de la ley.
Hace unas semanas, la enfermera se comunicó con Right to Life para denunciar un caso ocurrido en el Christ Hospital de Oak Lawn, Illinois.
“Una noche, vi que una compañera estaba llevando a un bebé que había nacido con Síndrome de Down a nuestro cuarto de limpieza pues sus padres no querían tenerlo, y ella no tenía tiempo para tenerlo”, afirmó Stanek.
“Yo no podía contener el pensamiento de saber que este niño estaba muriendo solo en el cuarto de limpieza, así que lo abracé y mecí los 45 minutos que pudo vivir. Tenía 21 o 22 semanas, pesaba como medio kilo y medía como 35 centímetros”, añadió.
“Era muy débil para moverse mucho, y con toda su energía estaba tratando de respirar”, expresó la enfermera y agregó que “al final había tanto silencio que no podía saber si estaba vivo o muerto a menos que lo levantara hacia la luz para ver si su corazón seguía latiendo”.