Los informes anuales recientes muestran que la financiación federal para la multinacional del aborto Planned Parenthood ha aumentado, a pesar de los esfuerzos del Gobierno de Estados Unidos para desfinanciar a la entidad en los últimos cuatro años.
Un experto en el financiamiento de la atención médica le dijo a la CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que sin la acción del Congreso, los responsables de la formulación de políticas a favor del aborto pronto podrían poner a disposición nuevas vías de financiamiento federal para proveedores de este tipo de servicios.
Durante su campaña presidencial, Donald Trump asumió una serie de compromisos con los provida en septiembre de 2016, que incluían "retirar fondos a Planned Parenthood siempre que continúen practicando abortos".
La ley prohíbe a Planned Parenthood utilizar fondos federales, principalmente en forma de reembolsos de servicios de Medicaid (programa de seguros de salud del Gobierno), para cubrir abortos voluntarios. Sin embargo, los provida que critican a la organización afirman que los dólares federales aún permiten que el proveedor de servicios de aborto libere otros recursos para abortos.
Los ingresos generales de Planned Parenthood han aumentado en los últimos años, de casi 1.3 mil millones dólares entre 2014 y 2015 a más de 1.6 mil millones de dólares entre 2017 y 2018 y la misma cantidad se repitió entre 2018 y 2019, principalmente a través del aumento de fondos gubernamentales y donaciones del sector privado.
Las "contribuciones privadas y herencias" han aumentado 353.5 millones de dólares en el año fiscal 2015 a su máximo de 630.8 millones de dólares en el año fiscal 2018, antes de caer ligeramente a 591.3 millones de dólares en el año fiscal 2019.