Los cristianos de Tierra Santa se sienten frustrados. Así lo aseguró el administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, que se encuentra en Roma para participar en el coloquio "Tierra Santa y el Medio Oriente. Actualidad y posibles perspectivas", organizado por la Orden del Santo Sepulcro.
En declaraciones a EWTN, Mons. Pizzaballa explicó las dificultades a las que se enfrentan las comunidades cristianas de Tierra Santa como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
"Hemos tenido dos cuarentenas, no solo una, dos: una en primavera y otra que terminó a mediados de octubre. Ha sido muy difícil, no solo por los problemas de salud de muchas familias, sino también por motivos económicos".
Señaló "las consecuencias de las cuarentenas sobre miles de familias, especialmente las familias cristianas, que están ahora sin trabajo y sin perspectivas. Esto ha creado una situación muy difícil para miles de familias, especialmente en las áreas de Belén y de Nazareth, pero también en Jordania, por supuesto".
Lamentó que "las peregrinaciones están totalmente canceladas. Las fronteras están cerradas. Por lo tanto, no hay peregrinos. Y ese era uno de los principales recursos de las familias cristianas. Desafortunadamente, creo que, debido a la pandemia, no sólo en Tierra Santa, sino en todo el mundo, no tendremos una situación normal de las peregrinaciones hasta al menos dentro de un año, en que las peregrinaciones volverán a su situación anterior".
"La situación de los cristianos palestinos es muy complicada. Hay una pobreza que va en aumento. Como suelo decir yo, el principal recurso son las peregrinaciones, y ahora las peregrinaciones están totalmente canceladas. El otro recurso es ir a trabajar a Israel, pero, debido a la cuarentena, no pueden ir. Esto ha generado una situación de gran pobreza en miles de familias, especialmente en el área de Belén".