SANTIAGO,
La manifestación de miles de personas que se reunieron el domingo en la céntrica Plaza Italia de Santiago para conmemorar un año del inicio de las protestas sociales tomó por la noche un giro anti católico cuando dos históricas iglesias de la capital fueron atacadas por turbas de encapuchados.
Por la tarde, la turba atacó, saqueó y prendió fuego a la Parroquia San Francisco de Borja, dedicada al servicio religioso de los Carabineros (policía) en Santiago de Chile. El templo fue invadido por una puerta posterior, las principales imágenes religiosas fueron destruidas y el interior parcialmente quemado. Horas después, al caer la noche, los manifestantes destruyeron completamente la iglesia de la Asunción, también cercana a la plaza.
El ministro del Interior y Seguridad, Víctor Pérez dijo que los actos de violencia fueron cometidos por grupos minoritarios, pero señaló que "quemar iglesias es una expresión de brutalidad".
La iglesia sufrió un ataque similar el 3 de enero de este año.
El templo católico data de 1876 y en sus inicios fue la Capilla del Sagrado Corazón de Jesús del Hospital San Borja. En noviembre de 1975 fue destinada al servicio religioso de Carabineros de Chile.