Los obispos de México lograron convencer a las autoridades mexicanas que el debate en torno a la llamada “píldora del día siguiente” sólo puede ser resuelto mediante un panel científico.
El debate en torno a la también llamada “anticoncepción oral de emergencia” (AOE) se suscitó cuando la Secretaría de Salud decidió incluir este fármaco en la Norma Oficial Mexicana de Planificación Familiar. Debido a su carácter abortivo –ya que impide la anidación del nuevo ser en el vientre materno-, las organizaciones pro-vida mexicanas señalaron que su inclusión suponía la violación de la Constitución mexicana que reconoce el derecho a la vida del no-nacido.
Por el mismo motivo, los obispos recordaron que quienes recurran al uso de la AOE, son pasibles de las mismas penas canónicas contempladas para el aborto, es decir, la excomunión.
Sin embargo, ayer un grupo de obispos se reunió con el Secretario de Gobernación, Santiago Creel, y luego de intercambiar opiniones sobre el tema de la AOE, coincidieron en que la discrepancia se basaba en un tema científico: si la píldora es o no abortiva; es decir, si produce o no la muerte de un ser concebido.
Según el Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Armando Salinas Torre, “el martes hubo un planteamiento donde se acordó tener una serie de reuniones entre la Secretaría de Salud y representantes científicos para abordar este tema en el ámbito científico, y cuando se tengan algunos avances y conclusiones volverse a reunir”.
El funcionario añadió que “habrá un análisis abocado por lo científico, por lo médico, y cuando esto tenga conclusiones que puedan disipar dudas, que tienen muchas personas, entonces algunos representantes científicos, abogados, médicos de la Secretaría de Salud y las personas que designen los obispos tendrán una segunda reunión”.