La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) lamentó la "dramática situación social, económica, moral y política" que vive el país y exigió a las autoridades poner fin a las represiones para que la población pueda ejercer su derecho a protestar pacíficamente.
Mediante un comunicado, la conferencia episcopal lamentó que las "ya conocidas angustias y carencias que sufre el pueblo de Venezuela", como la escasez de alimentos y la deficiencia de servicios públicos, se haya agravado por la pandemia de COVID-19.
"Son muchos los que se sienten angustiados e indefensos, sin posibilidades de enfrentar una crisis que los lleva a situaciones límites de inseguridad y precariedad personal y familiar", agregó en el documento del 15 de octubre.
La CEV señaló que frente a la difícil situación y "cansados de no encontrar respuesta a sus justos reclamos", los ciudadanos han ejercido de "modo casi espontáneo y con una organización local, su derecho constitucional a la protesta pacífica".
"Sin embargo, reciben como respuesta de las autoridades la censura informativa, la represión de los organismos policiales y militares y la persecución política por la vía judicial", lamentó.
Los obispos rechazaron estas actitudes que van en contra de los "principios democráticos consagrados por nuestra legislación y como un ataque directo a la soberanía popular que tiene derecho a expresarse".