El tráfico de personas ha crecido como negocio de internet durante la pandemia del COVID-19, denunció el observador permanente de la Santa Sede, Mons. Janusz Urbanczy, que también pidió no dejar de combatir las raíces de este flagelo calificado por el Papa Francisco como "vergüenza para la humanidad".
El representante vaticano dijo estas palabras el 15 de octubre durante la 1285° Reunión del Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE), que está centrada en la lucha contra el tráfico de personas.
"La pandemia actual de COVID-19, debido a los cierres y otras restricciones impuestas en muchos países, proporcionó a los delincuentes la transformación de la trata de personas en un negocio de Internet en constante crecimiento", expresó Mons. Urbanczy.
El observador permanente de la Santa Sede indicó que las "estadísticas recientes muestran que hay más de 40 millones de víctimas de trata o explotación en el mundo, 10 millones de las cuales son menores de 18 años", y que "uno de cada veinte son niños menores de ocho años que son víctimas de explotación sexual".
Asimismo, dijo que "es particularmente preocupante que las víctimas en la región de la OSCE sumen varios millones de personas", y que solo algunas de ellas vean "a sus traficantes procesados por la justicia penal. La disminución en el número de enjuiciamientos agrava el agravio".
Mons. Urbanczy también llamó a no subestimar la trata de personas para la extracción de órganos, un delito que está muy extendido incluso en el área de la OSCE.