VATICANO,
Una leucemia fulminante acabó con la vida de Carlo Acutis, a solo tres días de ser diagnosticado con la enfermedad, sin embargo, su fuerte vínculo con la Eucaristía le permitió vivir el sufrimiento con una dimensión cristiana.
Así lo relataron este 13 de octubre en Asís, en un encuentro organizado por la Diócesis de Asís-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, los médicos y el capellán que estuvieron junto al nuevo beato en los últimos días de su vida.
El P. Sandro Villa fue capellán del Hospital San Gerardo cuando Carlo Acutis fue diagnosticado y tratado de leucemia.
En su intervención contó cómo "en 2006, en un día de octubre, conocí a Carlo, que ya presagiaba su muerte. Fui llamado para administrarle los sacramentos de la Unción de los enfermos y la Eucaristía".
"En una habitación, al fondo del pasillo, me encontré delante de un muchacho. Me sorprendió su rostro pálido pero sereno, impensable en un enfermo grave, especialmente adolescente. Quedé maravillado por su compostura y por la devoción con la cual, también con fatiga, recibió los dos sacramentos".
El P. Villa narró cómo Carlo parecía esperar los sacramentos, "tenía necesidad de ellos". "Fue el único encuentro que tuve con Carlo, que permaneció en el hospital muy pocos días. Fue un encuentro breve, porque estaba sufriendo. Las únicas palabras que intercambiamos fueron los saludos recíprocos y su agradecimiento".