CIUDAD DE MÉXICO,
Frente a la controversia por el significado del "encuentro de dos mundos", con la llegada de los españoles a tierras americanas el 12 de octubre de 1492, un sacerdote recuerda cómo Nuestra Señora de Guadalupe nos recuerda que todos "somos hermanos", pues "somos hijos de Dios".
El aniversario del descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492 es conocido en México como el "Día de la Raza". Aunque algunos resaltan las sombras en la conquista española de tierras americanas, para la Iglesia Católica esta fecha marca la llegada del Evangelio al llamado "nuevo continente".
Desde Santo Domingo en República Dominicana en 1992, con ocasión de los 500 años de la llegada de los españoles a América, San Juan Pablo II destacó que en esa fecha este continente "recibió a Cristo, luz de las naciones, y fue marcada con el signo de la Cruz salvadora".
"América, ¡abre de par en par las puertas a Cristo! Deja que la semilla plantada hace cinco siglos fecunde todos los ámbitos de tu vida: los individuos y las familias, la cultura y el trabajo, la economía y la política, el presente y el futuro", alentó el Papa peregrino.
El P. Eduardo Chávez, director general del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos y considerado uno de los principales expertos en las apariciones de la Virgen de Guadalupe, dijo a ACI Prensa que frente a las diferencias entre europeos y españoles "ha jugado un papel muy importante la Santísima Virgen María".
El también postulador de la causa de canonización de San Juan Diego, el vidente de la Virgen de Guadalupe, destacó que Santa María había jugado un rol clave "en la misma reconquista de la península ibérica, que comienza en Covadonga, con Nuestra Señora de Covadonga, y que termina precisamente en 1492 liberando toda la península ibérica".