La Hijas Franciscanas de María, una joven asociación privada de fieles, ha logrado en Nueva Jersey un éxito sin precedentes a favor de la vida: En un año y medio de consejería callejera, evitó que 215 bebés fueran abortados.
Según explica la Madre Teresa Marie, superiora de la comunidad, dos veces por semana en las hermanas acuden a los alrededores de las clínicas abortistas para salir al encuentro de las mujeres que buscan un aborto.
La comunidad de cinco religiosas, y ocho en proceso de discernimiento, está a cargo del hogar El Jardín de la Rosa donde, además de tener un centro de asistencia a mujeres embarazadas, reparten comida cuando hay necesidad, pavos y víveres por el Día de Acción de Gracias y Navidad, además de regalos y canastas pascuales para indigentes y desempleados.
"Queremos ir donde la lucha por la vida es más dura porque es ahí donde el no nacido no tiene voz", señala la Madre Teresa Marie.
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