Líder provida advierte que violencia feminista evidencia una sociedad “sin escrúpulos”

Desde 2007 en Ciudad de México el aborto a pedido es legal hasta las 12 semanas de gestación.

De acuerdo a las cifras del Gobierno de Ciudad de México, hasta el 28 de septiembre de este año se han realizado 227.686 abortos en instituciones médicas públicas la capital mexicana. Sin embargo, las desconocidas cifras de las clínicas privadas en las que se realiza esta práctica apunta a que los asesinatos de bebés en el vientre materno podrían ser muchos más.

A su paso por las calles de Ciudad de México, las feministas dejaron destrucción y atacaron a las mujeres policías enviadas por las autoridades locales para garantizar la seguridad en las manifestaciones.

La jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que se ha expresado a favor de la despenalización del aborto, reconoció el 29 de septiembre en conferencia de prensa que en la manifestación feminista del día previo "venía un grupo de mujeres muy violentas, con bombas molotov, martillos, pistolas con gasolina, cohetones, spray con gas y otros artefactos peligrosos".

"Hubo agresión a personas, hay 44 policías mujeres lesionadas, es decir, no solo hubo daños a mobiliario urbano, sino a otras personas y en particular a mujeres encargadas de resguardar su seguridad", dijo.

Las mujeres policías del llamado "grupo Ateneas" de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México denunciaron recientemente la violencia ejercida por las feministas el 28 de septiembre.

A diferencia de ocasiones anteriores, esta vez las autoridades locales no permitieron a las feministas llegar a la Plaza de la Constitución, conocida como el Zócalo, para evitar un posible enfrentamiento con los manifestantes del Frente Nacional Anti Amlo (FRENA), que se encuentran acampando ahí.

En marchas previas, como la del 8 de marzo de este año, las feministas aprovecharon su llegada al Zócalo para vandalizar el exterior de la Catedral Primada de México. En otras protestas han atacado diferentes templos católicos de la capital mexicana.

En declaraciones recogidas por el diario mexicano El Universal, Guadalupe Hernández, subdirectora de Policía Ambiental, dijo que "fue la manifestación con agresiones más directas hacia nosotras, a ellas no les importó que fuéramos mujeres y atacarnos de esa forma cuando dicen ser defensoras de nosotras".

"Nos aventaron directamente bombas molotov y me pegaron con un martillo, no les importa pegarte en la cabeza, lo bueno (es) que llevaba casco", dijo Hernández.

Por su parte Gabriela Torres Sánchez, subdirectora del Agrupamiento Femenil Ateneas, dijo que las feministas "quieren hacer lo que ellas dicen, romper, abrir, correr... y cuando no se les permite es cuando ellas agreden más. Nunca paró la agresión".

"La agresión comenzó de manera directa con una bomba molotov, con la que se incendiaron aproximadamente 10 elementos y tuvimos que actuar para resguardar la integridad de nosotras y de ellas mismas", añadió.

Para María Denisse Santos, "tenemos que ir a la raíz del problema: ¿qué es lo que lleva a una persona cometer actos de odio y violencia? ¿Quiénes están detrás de ellas? Excluirlas y señalarlas no acaba con la violencia si la raíz del problema persiste".

Sin embargo, subrayó que "definitivamente el comienzo del fin de la violencia inicia reconociendo la dignidad y valor de la vida de cada ser humano, sin excepciones ni distinciones, y desde la fecundación".