Las críticas contra Amy Coney Barrett son parte de un "virus" de "intolerancia" anticatólica, afirmó el Arzobispo Emérito de Filadelfia, Mons. Charles Chaput. El Prelado advirtió que los ataques contra la jueza nominada a la Corte Suprema de Estados Unidos deben considerarse como una amenaza a la libertad religiosa.
En un artículo publicado el 28 de septiembre en la revista First Things, titulado "Cuando el dogma vive fuertemente", el Prelado se refirió a las críticas contra la jueza Barrett, nominada por el presidente Donald Trump para ser parte de los nueve magistrados que componen la Corte Suprema de Estados Unidos.
"Los que valoran el derecho a la libertad religiosa en nuestra Primera Enmienda deben darse cuenta de que las pruebas a las creencias son ataques a nuestra libertad religiosa", escribió el Prelado que renunció al cargo de Arzobispo de Filadelfia en enero de este año y que desde entonces había evitado pronunciarse públicamente.
La Primera Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, vigente desde 1791, prohíbe la creación de leyes que establezcan oficialmente una religión, que impidan la práctica libre de la misma, que reduzca la libertad de expresión, que vulnere la libertad de prensa y que interfiera con el derecho de reunión pacífica, entre otros.
Las críticas contra Barrett, una madre católica de siete hijos, se han centrado en su fe y en su vida familiar.
Varios medios se han centrado en su pertenencia al grupo carismático ecuménico People of Praise (Pueblo de Alabanza), fundado en South Bend, estado de Indiana, en 1971.