El anuncio del anteproyecto de Ley de Memoria Democrática presentado recientemente por el Gobierno de España, liderado por el PSOE en alianza con Podemos, incluye la "resignificación" del Valle de los Caídos, un monumento a las víctimas de ambos bandos de la Guerra Civil Española (1936-1939) formado por una basílica, un cementerio y una hospedería. La "resignificación" conllevaría, entre otras consecuencias, la conversión del lugar en un cementerio civil y muy probablemente la salida de la comunidad benedictina que vive allí.
No se trata de un proyecto reciente, sino que lleva en la mesa desde el año 2007, cuando el entonces presidente de España, también del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó la Ley de Memoria Histórica. Desde ese momento se han ido sucediendo numerosas propuestas para este lugar.
Históricamente el Valle de los Caídos ha sido un lugar controvertido por haber sido construido durante el régimen de Francisco Franco. Se sitúa en el Valle de Cuelgamuros, en la sierra de Guadarrama, en Madrid.
Aunque hay quien asegura que se trata de un monumento al bando nacional o que exalta la dictadura franquista, la decisión de crear un complejo arquitectónico de tal magnitud se tomó con el objetivo de que fuera "un monumento a todos los caídos durante la Guerra Civil, bajo los brazos pacificadores de la cruz", según Alberto Bárcena, historiador y profesor de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.
La Guerra Civil Española
La Guerra Civil comenzó el 18 de julio de 1936 con el levantamiento de una parte de las fuerzas armadas que constituyeron el bando nacional, sublevado contra el gobierno de la Segunda República o bando republicano, que recibió apoyos de la Unión Soviética y de Francia mediante el envío de combatientes voluntarios conocidos como las Brigadas Internacionales.