VATICANO,
El Papa Francisco celebró una Misa con la Gendarmería Vaticana en ocasión de la próxima fiesta de San Miguel Arcángel, patrono y protector de la Policía de Estado Italiana y del cuerpo de la Gendarmería Vaticana.
La Eucaristía se llevó a cabo en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro el sábado 26 de septiembre a las 5:00 p.m. (hora local), y no en la gruta de Lourdes en los jardines vaticanos como estaba previsto, debido al clima lluvioso de estos días en Roma.
En su homilía el Santo Padre comentó las lecturas del Domingo que "nos hablan de la conversión" y señaló que "la conversión del corazón, conversión que quiere decir 'cambiar de vida', es decir, que el corazón que no va por el buen camino encuentro un buen camino".
En esta línea, el Papa dijo que "el encuentro con Dios, la conversión, es de ambas partes, ambos buscan encontrarse" ya que "el perdón no es solamente ir allí, tocar la puerta y decir: 'perdóname' y desde el teléfono te responden: 'te perdono, vete'", sino que "el perdón es siempre un abrazo de Dios, Dios que camina, como nosotros caminamos, para encontrarnos".
De este modo, el Santo Padre recordó la parábola del hijo pródigo y el padre que recibe a su hijo con un abrazo "él no lo esperó en la puerta con el dedo apuntando, ¡lo abrazó! Y cuando el hijo habló pidiendo perdón, el abrazo cubrió su boca. Esta es la conversión. Este es el amor de Dios. Es un camino de encuentro mutuo".
"Un corazón siempre abierto al encuentro con Dios - esto es conversión, estar abierto al encuentro con Dios - ¿cuál es el modelo? El modelo es el del Evangelio, del rico, del pobre, el modelo es Jesucristo. Salió a recibirnos", advirtió.