La reciente nominación de la exitosa jueza católica Amy Coney Barrett a la Corte Suprema de Estados Unidos ha despertado diversas polémicas, entre ellas la motivada por quienes objetan lo numeroso de su familia: tiene junto a su esposo, Jesse, un total de siete hijos, dos de los cuales son haitianos adoptados y un niño tiene necesidades especiales.
Durante el mensaje en el que anunció su decisión de nominar a Coney Barrett, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, destacó además que "si fuera confirmada, la jueza Barrett hará historia como la primera madre de niños en edad escolar en servir en la Corte Suprema de Estados Unidos".
Al agradecer la nominación, la jueza aseguró que "nuestros hijos obviamente hacen nuestra vida muy plena. Si bien soy juez, soy más conocida en casa como madre delegada en la escuela, conductora de auto compartido y organizadora de fiestas de cumpleaños".
"Cuando las escuelas se volvieron remotas la primavera pasada, me probé otro sombrero. Jesse y yo nos convertimos en codirectores de la 'academia de aprendizaje electrónico Barrett'. Y sí, la lista de estudiantes matriculados era muy larga", bromeó.
Uno de los principales críticos de la familia numerosa de Coney Barrett fue el activista "antirracista" Ibram X. Kendi, quien acusó a la jueza y a su esposo, Jesse, de ser "colonizadores blancos" por adoptar a niños negros.
Ironizando, Kendi añadió que los esposos estadounidenses "'civilizaron' a estos niños 'salvajes' en las formas 'superiores' de la gente blanca, mientras que los usan como accesorios en sus imágenes de negación de por vida, mientras quitan a los padres biológicos de estos niños de la foto de la humanidad".