Este domingo 29 de septiembre se celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que este año lleva como lema “Dios camina con su pueblo”. Por este motivo, el Papa Francisco emitió hace unos meses un mensaje para que se vaya profundizando sobre la dura realidad que atraviesan estas personas.
En el texto para esta 110ª Jornada, el Santo Padre medita sobre el relato bíblico del Éxodo en el que el pueblo de Israel camina por el desierto buscando llegar a la Tierra Prometida y lo compara con el anhelo de los migrantes.
“Al igual que el pueblo de Israel en tiempos de Moisés, los migrantes huyen a menudo de situaciones de opresión y abusos, de inseguridad y discriminación, de falta de proyectos de desarrollo. Y así como los hebreos en el desierto, también los emigrantes encuentran muchos obstáculos en su camino”, destaca el Pontífice.
Más adelante, resalta que Dios siempre estuvo en medio de su pueblo y que lo sigue estando. En este sentido, recuerda que Cristo se presenta también como “sediento, forastero, desnudo, enfermo y encarcelado, pidiendo que lo encontremos y ayudemos”.
“Queridos hermanos y hermanas, en esta Jornada dedicada a los migrantes y refugiados, unámonos en oración por todos aquellos que han tenido que abandonar su tierra en busca de condiciones de vida dignas”, anima el Papa Francisco.