MIAMI,
La Iglesia Ortodoxa de Rusia reaccionó con dureza a la reciente visita del Patriarca de Constantinopla Bartolomé I a Cuba, donde inauguró una nueva basílica construida por el Gobierno en La Habana Vieja.
“Un encuentro pomposo del patriarca Bartolomé I, escoltado por una delegación de protestantes estadounidenses y las autoridades cubanas, parece un reto a Rusia”, afirmó una nota de la Iglesia Ortodoxa rusa distribuida por la agencia Interfax y publicada aquí por el diario "El Nuevo Herald".
“Moscú ha dejado a La Habana y ahora Cuba se vuelve hacia Washington con el Patriarca de Constantinopla a su lado. Pero los cristianos ortodoxos y los fieles de la Iglesia Ortodoxa rusa son los que sufren como resultado de esta decisión de La Habana”, indicó el comunicado.
Los ortodoxos rusos reclaman que no han podido desarrollar ampliamente sus actividades en la isla pese a tener muchos seguidores –mayormente ciudadanos de países de Europa Oriental–, y de que sus sesiones han sido confinadas a las instalaciones de la misión comercial rusa en la isla.
A estas demandas se suma la situación de la Iglesia Católica, que no ha podido construir ningún templo desde la revolución cubana y que enfrenta serias dificultades para la renovación de sus antiguas construcciones.
“No hay más de 50 seguidores del Patriarca de Constantinopla en la isla. Sin embargo, ha podido abrir una iglesia en el centro de La Habana” pese a que “las autoridades de ese país no han permitido al Patriarcado de Moscú ni una iglesia, ni siquiera un simple cuarto, por lo cual no han tenido otra posibilidad que prestar sus servicios en la misión comercial de Rusia”, añadió el comunicado.