Los obispos de Estados Unidos pidieron al presidente Donald Trump y al fiscal general William Barr que detengan las ejecuciones federales programadas para esta semana.
"Le decimos al presidente Trump y al fiscal general Barr: Suficiente. Detengan estas ejecuciones", escribieron los prelados en un comunicado publicado el 22 de septiembre.
"Luego del primer asesinato registrado en la Biblia, Dios no acabó con la vida de Caín, sino que la preservó, pidiéndole a otros que no mataran a Caín. Como Iglesia, tenemos que dar ayuda concreta a las víctimas de la violencia y tenemos que alentar la rehabilitación y la restauración de quienes la cometen", destacaron los obispos.
Los prelados recordaron que los últimos Papas: San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco han destacado que "las ejecuciones son completamente innecesarias e inaceptables".
El texto está firmado por el Arzobispo Paul Coakley, Jefe del Comité de Asuntos Nacionales y el Arzobispo Joseph Naumann, jefe del Comité Provida del Episcopado, que a comienzos de este mes compartió que su padre fue asesinado cuando él aún no nacía.
En un video, el Prelado resaltó que "el asesinato es un mal indescriptible. Quienes perpetran ese crimen han infligido una gran injusticia, no solo a la persona asesinada sino también a sus seres queridos".