Beijing,
El Gobierno de China continúa encarcelando a sacerdotes y obispos que se niegan a apoyar al Partido Comunista, según un nuevo informe de la provincia de Jiangxi.
La agencia UCA News reveló que los sacerdotes de la Diócesis de Yujiang que se niegan a unirse a la Asociación Patriótica Católica China (CPCA por sus siglas en inglés) han sido puestos bajo arresto domiciliario desde el 1 de septiembre. A estos sacerdotes se les ha prohibido "participar en cualquier actividad religiosa en calidad de clérigos" como parte de su castigo.
Durante décadas, la Iglesia en China se ha dividido entre la Iglesia "clandestina" o "subterránea", en comunión con Roma, y la CPCA, que no lo está y que depende del gobierno comunista.
EL 22 DE septiembre de 2018 se firmó el acuerdo provisional entre Beijing y el Vaticano para el nombramiento de obispos. Si bien los términos del acuerdo se han mantenido confidenciales, al parecer permite a la CPCA elegir nominados para el cargo de obispo, entre los que luego el Papa seleccionaría a uno para el nombramiento.
Después de ese acuerdo, se alentó al clero clandestino a unirse a la iglesia estatal u oficial, lo que implica afirmar la autoridad del Partido Comunista sobre los asuntos eclesiales. Muchos clérigos clandestinos se han negado a hacerlo, citando conflictos doctrinales entre la enseñanza de la Iglesia y las reglas de la CPCA. El Vaticano ha reconocido que algunos clérigos pueden optar por no unirse a la CPCA por razones de conciencia.
El clero bajo arresto domiciliario incluye al Obispo de Nanking, Mons. Lu Xinping, a quien se le ha prohibido celebrar Misa. El obispo Xinping ha sido reconocido por el Vaticano, pero fue consagrado como obispo de la CPCA.