Ruth Bader Ginsburg, jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, falleció el viernes 18 de septiembre a la edad de 87 años a causa del cáncer de páncreas.
El presidente Bill Clinton la nombró jueza de la Corte Suprema en 1993. Fue judía pero eso no fue obstáculo para su amistad de largos años con el fallecido juez católico del alto tribunal, Antonin Scalia, cuyo hijo Christopher destacó la cercanía de ambos en su cuenta de Twitter.
Ginsburg expresó su apoyo al aborto legal en la audiencia de su confirmación ante el Senado en 1993, una postura que ya había expresado antes.
Aunque criticó el razonamiento legal usado en el fallo de Roe vs. Wade que legalizó el aborto en Estados Unidos en 1973, la jueza escribió diversos pronunciamientos a favor del aborto y la anticoncepción, incluyendo una opinión en disensión en 2007 ante una ley que prohibió el aborto por nacimiento parcial, una práctica que suele realizarse cuando el embarazo ya está avanzado.
La muerte de Ginsburg podría permitir que haya una mayoría de 6 jueces conservadores, de los 9 que conforman la Corte Suprema, si es que el presidente Donald Trump nomina un nuevo magistrado para ocupar el lugar dejado por la jueza.
Los demócratas del Senado han expresado su oposición a cualquier nominación, recordando la que se hizo de Merrick Garland, cuando Barack Obama lo designó en 2016. Asimismo, los republicanos han dicho que no considerarían un nombramiento durante un año electoral.