El Cardenal Mario Zenari, Nuncio Apostólico en Siria, hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para no olvidar a Siria en un momento muy crítico en su historia. También pidió unirse a la Iglesia en la atención humanitaria para "tratar de restaurar la confianza" y así "devolver la esperanza" que está muriendo en la gente.
Luego de 10 años de guerra en Siria, con más de un millón de personas fallecidas, cerca de 12 millones de desplazados internos y externos, "la pesadilla de la codicia y el flagelo de la pobreza extrema y el hambre", la esperanza en el corazón de las personas está muriendo, dijo el Purpurado a Vatican News, luego de un encuentro con el Papa Francisco.
Los sirios pierden la esperanza porque no ven que se haya recuperado la economía, ni que se haya dado una reconstrucción del país y "esto duele mucho". "Así que debemos tratar de restaurar la confianza, para devolver la esperanza a esta pobre gente", resaltó el Cardenal.
El Purpurado recordó el discurso de este año del Papa Francisco ante el Cuerpo Diplomático, en el que "habló de un velo de silencio que se extiende sobre Siria" y afirmó que se corre el riesgo de que este velo cubra la guerra que devastó el país, pues cuando los conflictos se prolongan mucho, a la gente ya no le interesa escuchar sobre ello.
"Desafortunadamente, esto se está haciendo realidad" y es un punto "muy crítico" tras la reciente crisis en Oriente Medio. "Muchos han muerto por diversos tipos de armas, desde todo tipos de bombas hasta misiles lanzados por todas partes, incluso por armas químicas. Pero, lo más difícil de aceptar es morir sin que nadie hable de ello", dijo el Cardenal Zinari.
El Nuncio en Siria adijo además que el El Papa Francisco habla de lo que ocurre en Siria como "la tercera guerra mundial a pedazos", pues "año tras año, Siria, entre armas químicas, bombas, minas, secuestros y fosas comunes, se convierte en un agujero negro que devora, sin interrupción, los intentos de acuerdos de paz y estabilidad".