El Nuncio Apostólico en Chile, Mons. Alberto Ortega, destacó tres frutos del primer año de peregrinación de la imagen de la Virgen de Fátima en el país: la oración, la misericordia y la conversión.
La imagen peregrina llegó desde Portugal el 16 de septiembre de 2019, dos días antes de un nuevo aniversario patrio.
La Virgen de Fátima ha llevado consuelo a muchos creyentes que elevaron sus plegarias personales ante la difícil situación social y política que vivió el país a partir de octubre con el estallido social.
Esa situación, que se extendió con fuerza hasta enero de 2020, derivó en violencia, inseguridad y miedo en todos los sectores de la sociedad.
En marzo, la pandemia del coronavirus trajo la muerte y la crisis económica, pero también signos positivos de solidaridad y trabajo conjunto entre la Iglesia, la sociedad civil, las instituciones públicas y privadas, en favor de los más necesitados.
El primer año de peregrinación y compañía de la Virgen de Fátima en Chile se agradeció con una Eucaristía, que debido a las medidas sanitarias para evitar la propagación del coronavirus, se realizó sin presencia de fieles.